XLII Congreso Nacional Masónico de Grados Filosóficos
Monterrey, N.L.Carta Monterrey 2024
Bajo el lema “Por una Humanidad con Paz, Justicia y Libertad”, los participantes del XLII Congreso Nacional Masónico de Grados Filosóficos, presentan la “CARTA MONTERREY 2024” que contiene la postura del Supremo Consejo de México, respecto a los principales problemas que enfrenta la humanidad en general y la sociedad mexicana en particular.
TOLERANCIA, JUSTICIA Y PAZ
En una sociedad que en ocasiones se encuentra entre el conflicto y la discordia, la tolerancia es esencial para reconocer las coincidencias, pero también para aceptar y respetar nuestras diferencias, es la oportunidad para comprendernos y crecer unidos. La tolerancia es la virtud que nos permite reconocer y admitir la diversidad de la experiencia humana, de la cultura y de la fe y fortalecer nuestro pensamiento y perspectivas, fomentando el respeto profundo por la dignidad del ser humano.
La justicia es el punto de cohesión en la comunidad. No se limita a la aplicación del derecho, sino que es el cumplimiento cotidiano de acciones de todos los seres humanos en un compromiso inquebrantable con la verdad, la rectitud y la moral. Las autoridades encargadas tanto de la procuración como de la impartición de la justicia, deben instrumentar la aplicación de políticas públicas, con bases económicas y sociales, que permitan corregir las graves desigualdades que laceran a la sociedad. En la formulación de las leyes, se debe procurar que los ordenamientos jurídicos tengan como objetivo fundamental, la realización de la justicia y no simplemente el establecimiento del marco de los derechos y la normatividad, no pocas veces ajenos al bienestar de la población.
La verdadera paz no consiste en una simple ausencia de enfrentamientos, sino que es el resultado de una constante práctica de acciones y conductas, en que todos los que participamos en la construcción de dicha paz jugamos un rol de la mayor relevancia. Como dijera el insigne Don Benito Juárez García, “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Es nuestra responsabilidad hacer de este apotegma una vibrante realidad.
EDUCACIÓN
Uno de los problemas más trascendentales de nuestro país, que al mismo tiempo constituye la columna vertebral para el desarrollo social y económico de la nación y de cada individuo en lo particular, es la educación, que va desde la base más elemental: la formación en casa, hasta las cumbres más elevadas del conocimiento, la cual debe sustentarse, en nuestra opinión, en principios y valores fundamentales como lo son una educación laica, gratuita y obligatoria, que tenga como base la ciencia y la razón.
La educación laica es una garantía de la objetividad del conocimiento, con respeto a la libertad de pensamiento y de cultos, con planes de estudio que ponderen la formación de personas que piensan y no sólo memorizan. La educación debe ser gratuita, porque las grandes masas nacionales carecen de los medios para obtenerla y al menos hasta el nivel del bachillerato, el Estado debe garantizar la formación integral de las nuevas generaciones, sin importar su condición económica. Consideramos que es obligación del Estado Mexicano asegurar la cobertura universal de los servicios educativos inicial, básico, especial y medio superior.
Igualmente, es preciso profesionalizar la enseñanza, mediante la adecuada formación docente y garantizar los medios y herramientas indispensables para proporcionar una educación científica de punta, al nivel de los países más desarrollados del planeta, mediante una auténtica planeación educativa. El Estado debe sentar las bases de un sistema educativo que garantice a los profesionistas su incorporación plena en los diferentes ámbitos del desarrollo social, cultural, económico, científico y tecnológico, para evitar la frustración y el desempleo de los jóvenes egresados de las escuelas de educación media y superior, que no encuentran campo propicio para aplicar sus conocimientos.
En suma, proponemos un auténtico programa de educación nacional que fortalezca la formación de mexicanos íntegros en lo moral y con valores de justicia, honradez y amor fraternal, preparados como profesionales y técnicos al más alto nivel.
DESARROLLO SUSTENTABLE
Nuestro planeta está registrando un continuo y abrumador incremento de la temperatura, provocando sequías, incendios y otros fenómenos naturales que, como consecuencia, han desencadenado hambrunas, escasez de alimentos y diversos problemas en materia de salud, como la deshidratación, enfermedades respiratorias, golpes de calor, y otros males asociados con el cambio climático.
El crecimiento desordenado de los centros urbanos en el país se ha convertido en un problema que confronta a la sociedad con su entorno. Hoy más del 80% de los 130 millones de mexicanos habitamos en alguna ciudad dentro del territorio nacional.
Esto trae como consecuencia una insana convivencia entre población y medio ambiente; cada vez son más frecuentes los casos de desabasto de agua, deforestación de bosques y selvas, desertificación de grandes áreas antes de explotación agropecuaria, en síntesis, producto del uso irresponsable de la tierra, el agua y de los demás recursos naturales.
La contaminación es un mal acrecentado por las escasas e ineficaces políticas públicas formuladas para atender esta materia, lo cual tiene entre otras causas el aumento descontrolado del parque vehicular, la expansión de las ciudades y el consecuente incremento en la utilización de los servicios públicos, así como de combustibles derivados de residuos fósiles y el consumo excesivo de energía eléctrica.
La falta de conciencia social sobre la importancia del respeto a los “objetos” que utilizamos y desechamos con facilidad, el uso excesivo de combustibles, la falta de cultura de reciclaje, así como también la falta del cuidado de las áreas verdes y la poca reforestación, son algunas de las razones que dan como resultado la problemática que confrontamos.
Por consiguiente, es momento de trabajar unidos en un mismo sentido, el del respeto a la vida, a los ecosistemas, la flora, la fauna y la biodiversidad de nuestro país.
Por tal motivo, es necesario presentar propuestas de modificación a las legislaciones ambientales que procuren el respeto al entorno.
Es urgente definir proyectos de consumo responsable del agua, para el reciclaje y la reutilización de la basura, así como infraestructura de transporte público ecológico, utilización creciente de energías limpias. Una visión integral para reducir sistemáticamente la huella ecológica.
Por ello, ratificamos nuestro compromiso de fomentar en la sociedad el conocimiento pleno de la situación que estamos padeciendo, en materia de protección al ambiente, y la concientización del papel que podemos desempeñar para corregir el fenómeno que estamos viviendo en la actualidad, promoviendo entre la sociedad un mayor involucramiento de la población y de las autoridades una participación más eficaz en temas ecológicos, tales como reciclaje, el uso del transporte público, entre otros, dando como consecuencia la modificación de nuestra conducta como sociedad, para asegurar un futuro sin catástrofes naturales a causa del ser humano.
IDEALES Y PRINCIPIOS MASÓNICOS
La excelsitud de los valores masónicos, nuestros ideales, el afán por la ciencia y el arte, que permiten el despertar de la conciencia, inherentes al pensamiento del masón, lo mismo que la defensa de la libertad, la igualdad y la fraternidad en todas sus manifestaciones, han permitido que sabios que vierten luz en su entorno y que influyen por siglos en la posteridad con su ejemplo, su filosofía, su sabiduría y sus mentes claras, combatan contra los más formidables enemigos insidiosos de todos los tiempos: la hipocresía, la ignorancia y la ambición. Este es el quehacer masónico que en la práctica de nuestros valores nos lleva a la plenitud, que nos da la fuerza y el ímpetu para la búsqueda del bien común dentro de la masonería, y en nuestro entorno.
LA TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LOS VALORES
El arribo del siglo XXI trajo consigo grandes avances científicos y técnicos, sustentados en importantes plataformas computacionales, el Internet, la Web y el desarrollo de sistemas vinculados a las tecnologías de la información y la comunicación.
El reto consiste en superar tres grandes obstáculos:
- El analfabetismo tecnológico
- El uso ético, responsable y propositivo de las nuevas tecnologías y
- La aplicación al servicio de la humanidad de estos avances.
Superar el analfabetismo tecnológico. En México una parte significativa de la población no tiene acceso a los servicios de Internet, en tanto que otro número importante no dispone de un equipo de cómputo, lo cual plantea que exista en nuestro país un déficit en el uso y manejo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, así como de sus innovaciones, advirtiéndose que la inmensa mayoría utiliza estas facilidades de la modernidad principalmente para esparcimiento a través de las redes sociales, y pocas veces para ampliar sus conocimiento, adquirir nuevas capacidades para su participación en actividades productivas o de superación personal o profesional; sin dejar de reconocer que es creciente la cantidad de mexicanos dedicados a la innovación y el desarrollo de estas tecnologías. Aún cuando es insuficiente, para atender las necesidades que requiere el país.
El uso ético. Además de fomentar un uso progresivo de las tecnologías, hay que promover que este avance se haga de manera responsable, con respeto a los derechos humanos, a la vida y a la dignidad humana.
Aplicación al servicio de la humanidad. Las tecnologías y sus innovaciones deben estar al servicio de la educación, la ciencia, la medicina, el humanismo y otras áreas del conocimiento en bien de la sociedad y sus integrantes.
Por lo anterior y frente al incierto futuro que se presenta con la incursión de la Inteligencia Artificial, el uso indiscriminado de algunas herramientas como las redes sociales y la brecha generacional, así como el acceso social para el uso de estas tecnologías, es urgente que se diseñen políticas públicas que consideren como valores sociales indispensables para el sano desarrollo de la comunidad la preservación del bien común, la dignidad humana y la vida frente al manejo de las herramientas derivadas de las mismas.
De la misma manera, es preciso que se conjunte a los expertos de diversas disciplinas para que establezcan códigos y protocolos de uso de las herramientas tecnológicas en campos como el educativo, la investigación, la ciencia, la seguridad personal, pública e intelectual, así como la procuración y administración de la justicia, entre otros. Finalmente, que estos protocolos se trasladen a leyes y reglamentos que coadyuven al uso responsable, productivo, propositivo y humanista de las nuevas tecnologías.
El Supremo Consejo de México comparte estas reflexiones con la finalidad de que contribuyan con la sociedad en general y con los gobiernos de todos los niveles, como objetivos concretos para la formulación y ejecución de políticas públicas, orientadas al desarrollo de una sociedad más humana y solidaria, que propicie el enriquecimiento de los valores humanos y esté mejor preparada para afrontar y generar soluciones a los problemas que aquejan a nuestro país.